En la Trasnochada
Por María Jesús Mayoral Roche
El Papa, el buey y la mula
En Villamayor de Gállego, 22 de diciembre de 2012
En esta Trasnochada y por estas fechas me surgen las mismas reflexiones de hace un año. El año pasado un comercio me envió un correo felicitándome el solsticio de invierno, cosa que me hizo pensar; algunos lo hacen por respeto a otras creencias y otros por la modernidad del laicismo. En esto último, yo más bien pienso que tienden a ser más anticlericales que otra cosa, que los laicos y ateos no se meten en estas cosas. Este año la ha armado Jesús Posada enviando a sus Señorías un precioso crisma navideño con la imagen del portal de Belén, un detalle sacado del Libro de Horas al Uso de Roma -ejemplar perteneciente a la Biblioteca del Congreso. Por lo visto una parte de sus Señorías se ha sentido ofendida al leer la felicitación. A mí lo que me ofende es que en el Congreso de los Diputados haya tanta incultura, que se lleven una pasta gansa todos los meses a costa de empobrecer al país y encima me tengo que aguantar. Pero claro, el caso es hablar de todo menos del paro y la crisis y estar unas legislaturas para asegurarse la pensión vitalicia.
Estamos viviendo en una época decadente en todos los sentidos, las tradiciones se están perdiendo a pasos agigantados; pero tengo que decir que tampoco se está haciendo nada a este respecto por parte de quien debería hacerlo. Dada la decadencia imperante, creo que hay que ser cautos y cuidadosos a la hora de comunicar, exponer y lanzar nuevas teorías. Creo que Su Santidad Benedicto XVI ha estado poco acertado en su último libro haciendo desaparecer del portal al buey y la mula, más, en esta época del año en que toca celebrar el solsticio de invierno. Ya sé que las palabras del Santo Padre han sido sacadas de contexto; pero les han venido muy bien a algunos periodistas para echar leña al asunto. El buey y la mula desaparecen de la iconografía para dejar paso a una suposición y esto favorece, quieras que no, al encantador Reno Rodolfo. Genial. Porque Rodolfo es un animalito entrañable que no da ni frío ni calor, pero tiene una nariz singular. También sé que Ratzinger es un gran exégeta y un intelectual y que lo que ha dicho lo ha hecho ciñéndose a las Sagradas Escrituras, yo lo entiendo; pero este comentario, ya digo, sacado de contexto les ha venido muy bien a algunos.
Deteniéndose en la forma tradicional de representar la Navidad en el cristianismo, Ratzinger cuenta que Jesús no estaba acompañado en el pesebre por el buey y el asno. «En el Evangelio no se habla de animales», recuerda. (Párrafo textual extraído de un periódico)
Pero si a esto vamos uniendo, además, que el mensaje navideño católico es la venida de Jesús al mundo y que el horario clásico de la misa de gallo va desapareciendo; bien porque va poca gente o porque el sacerdote cree oportuno hacerla a las cinco o las siete de la tarde porque importa más la cena familiar que la misa. Si los villancicos tradicionales que hacen alusión a los elementos tradiciones de un belén se van silenciando para no ofender a los de otras confesiones religiosas; si las felicitaciones navideñas se reducen a motivos de decoración navideña no religiosa, pues claro… no será de extrañar que de aquí a unos años el Mensaje por excelencia de la Navidad se vaya perdiendo por el camino.
Ciertamente quien lea esto podrá pensar que soy una “misicas” como se suele decir; no obstante quiero declarar que soy creyente, pero más que creyente soy una defensora de la cultura y para mí la religión es cultura. Quiero recordar que gracias a la Biblia sabemos quiénes eran los caldeos, por poner un ejemplo. Pero si quiénes tienen que defender y preservar lo que tienen no lo hacen, pues al final, no tardando mucho, celebraremos el solsticio de invierno. Debemos ser conscientes de que la decadencia empieza relajando los hábitos y termina arrasándolo todo. En uno de mis viajes a Roma tras una misa en las Catacumbas, una misa prácticamente en familia, pues estábamos cuatro amigos incluido el oficiante, al salir al exterior no pude reprimir un pensamiento: los cristianos nunca debimos salir de las catacumbas, aquellos cristianos perseguidos que rezaban a escondidas fueron los auténticos cristianos.
Llegadas estas fechas me pongo nostálgica y suelo sacar la caja de cartón donde guardo los crismas navideños que mis compañeras de clase me mandaban. Era un bonito detalle el de las felicitaciones, comprarlas en la papelería, escribirlas con la mejor de las letras y depositarlas en el pupitre de las compañeras y amigas. La foto que encabeza esta entrada son aquellas postalitas, algunas preciosas, que intercambiábamos en el cole.
¡Feliz Navidad y año 2013! Quiero saludar y felicitar muy especialmente a mis seguidores del otro lado del océano.
Así que este año la Misa de Gallo en Villamayor de Gállego será a las siete de la tarde. Un gallo madrugador. Mala hora esa, es hora de hacer el ajo arriero.
ResponderEliminarPACA PALLÁ
Los curas parecen funcionarios, hacen lo justo.
ResponderEliminarSi es que desde que ya no está Juan Pablo II, la "Iglesia" ya no es lo mismo... bueno... una cosa es la Iglesia y otra muy distinta son la religión, la cultura y la tradición... pero digo yo, sacado o no de contexto ¿a este Benedicto vestido de Prada, con coronas y capas, qué más le da si había o no buey o mula en el portal? que nos deje montar el Belén como queramos, que ya las cosas están mal, si además tenemos que economizar también en estos dos indefensos animalitos...
ResponderEliminarY luego, digo yo, en algún semoviente irían María y José hasta llegar al portal; andando no creo, es decir, que al menos habría una mula, se sobreentiende. Y lo mismo llevaban los enseres domésticos y algún que otro animal llevarían en el traslado. En fin, corramos un estúpido velo.
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