POSTALES CON RECUERDOS
Por María Jesús Mayoral Roche
Pompeya
Casa de los Vetios (Pompeya) |
He viajado en autobús de Amalfi a Sorrento, allí he tomado el tren circunvesubiano y me he apeado en Pompei Scavi. ¡Por fin estoy en Pompeya! Llevaba tres años soñando en traspasar de nuevo la Puerta Marina, recordando mis paseos por la Vía dell’Abbondanza, esperando este momento.
Este lugar se apodera del alma, cualquiera que conozca su historia no puede dejar de estremecerse al contemplar las ruinas de una ciudad todavía viva con el alma de una población de casi dos mil años pululando por estas calles. Gustos y costumbres quedan reflejados en los grafitos que cubren buena parte de las fachadas de las casas pompeyanas: propaganda electoral, listas de precios a las entradas de termopolios (bares) y tiendas, alusiones eróticas y nombres dejan constancia de la vida cotidiana de Pompeya. Nada tan muerto resulta tan vivo. El fuerte cataclismo preservó a la ciudad con sus cenizas, custodiándola como el más preciado de los tesoros para que la humanidad tuviese constancia de la grandeza de su pasado.
Te escribo estas frases desde la Vía de los Sepulcros, sentada en el semicírculo de la tumba de Mamia, levantando la vista de vez en cuando para contemplar las columnas clásicas del mausoleo de los Istácidos. Casi todos los visitantes han abandonado ya las ruinas. Hay una tranquilidad absoluta en este momento, este momento que me parece un regalo, el mejor de los regalos. Va cayendo la tarde sobre la Puerta de Herculano y el Vesubio se va revocando de una oscuridad que se cierne a medida que el sol se oculta resaltando más su propio enigma. El volcán ha sido el único testigo de la historia de esta ciudad antigua llena de misterios, cultos y diversiones. Pompeya no deja de sorprenderme. A veces lloraría contemplándola.
Fragmento de mi libro no publicado, Cuore Ingrato.
Fragmento de mi libro no publicado, Cuore Ingrato.
Me encantaría ir, tiene que ser espectacular,para el proximo viaje...
ResponderEliminarPasear por sus calles y entrar y salir de sus casas como si fuésemos un vecino más, es lo que más me gustó. un saludo!
ResponderEliminarEs una ciudad muerta que te atrapa, te emociona.
ResponderEliminarGracias por compartir esta entrada. Saludos.