MIÉRCOLES DE CINE
Por María Jesús Mayoral Roche
Por María Jesús Mayoral Roche
Género: Drama
Director: Christian Petzold
Nacionalidad y año de producción: Alemania, 2012
Duración: 105 min.
Fecha de estreno: 05 / 04 /
2013.
Productora: Arte,
Zweites Deutsches Fernsehen, Schramm Film Koerner & Weber.
Guionista:
Christian Petzold, Harun Farocki.
Fotografía. Hans Fromm.
Distribuidora: Golem.
Música: Stefan Will.
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El miércoles al cine. Bárbara.
Casi dos horas esperando a que pase algo y apenas pasa nada. Alemania Oriental,
1980 o cómo se vivía allí el sueño socialista, hoy reducido a película.
Película que relata un episodio de la vida de una médico que pide permiso
oficialmente para abandonar el país, esta osadía pone fin a su prometedora
carrera; para quitarla de en medio la trasladan a un pequeño, yo diría
raquítico, hospital de provincias cercano a las orillas del Báltico. Expresar
el deseo de abandonar la Alemania Oriental suponía una existencia marcada, no
poder dar un paso sin que los esbirros del régimen persiguieran a los presuntos
disidentes, a ser posible hasta la humillación. La protagonista de la historia
es una mujer fría que actúa en función de un plan determinado, esto también lo
daba el régimen; así como la tristeza y el hastío de vivir en un lugar
inhóspito donde todos son espías de todos. Para aliviar el tedio el mejor
remedio era la cultura, detalle que deja caer discretamente el director, Christian Petzold. La lectura y la
música ayudaban a rellenar una existencia anodina, a distraerse y olvidar que
hay otro país al otro lado donde satisfacer los caprichos y deseos: el deseo de
poseer un anillo de oro, el capricho de fumar buen tabaco o comer chocolate.
Bárbara es una película en la
que apenas pasa nada pero que dice mucho: el ser humano no quiere ser igual al
otro, sino que pretende ser superior. Sin embargo el socialismo del Este, aquel
socialismo, hizo de algún modo a todos iguales: los sumió en el asco de estar
condenados a una pobreza impuesta en beneficio de no sabemos quién. Porque como
en todos los regímenes totalitarios los de arriba viven en el lujo y la
opulencia, eso sí de puertas adentro. Para los trabajadores de aquel régimen un
día era igual a otro, así es fácil caer en el automatismo de hacer las cosas
sin emoción porque no hay mayor incentivo: hagas lo que hagas nunca avanzarás.
Añadir que el Estado tampoco facilitaba los medios necesarios para los
profesionales, en este caso de la medicina.
Bárbara es una película que
invita al recuerdo de un tiempo no muy lejano en el que no sólo cayó un muro;
sino también una venda, una teoría. Añadir que el director, en mi modesta
opinión, ha sabido poner en escena magníficamente esta historia, en la que
quizá hubiese resultado muy fácil caer en determinados tópicos o simplemente
haber cargado un poco más las tintas. Y lo que da la pantalla en cada escena es
el peso existencial.
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