martes, 27 de noviembre de 2012


En la Trasnochada
Por María Jesús Mayoral Roche


En Villamayor de Gállego, 27 de noviembre de 2012



Incivilizados y civilizaciones
 
Collar Púnico (Museo Arqueológico de Cagliari)
En esta trasnochada, después de oír las noticias y saber cómo se van desarrollando las investigaciones sobre el caso Madrid Arena, me viene al pensamiento la barbarie de algunas civilizaciones. Cuando leemos ciertas costumbres o vemos reportajes sobre los sacrificios de vidas humanas que se hacían en la antigüedad para saciar la ira de aquellos dioses iracundos y sanguinarios, nos escandalizamos de que aquellos hombres pudieran cometer semejantes atrocidades. Sin embargo en este momento contemplo con el mismo horror y espanto que las cosas no han cambiado tanto, me estoy refiriendo al trágico suceso del Madrid Arena. ¿El dios de la fiesta? Pues tal y como lo adoraban, gritaban, levantaban los brazos; bien podría tratarse de Steve Aoki o Halloween. ¿Y los que convirtieron el Madrid Arena en un altar propicio a los sacrificios quiénes fueron…? Este es un símil, una imagen actualizada de la antigüedad, que me viene al pensamiento después de haber visto las imágenes que la televisión nos ha pasado repetidas veces.  A estas alturas todavía no saben a quién imputar o echar la culpa de las cuatro muertes por aplastamiento que tuvieron lugar con motivo de la fiesta de Halloween. Esto no es una novedad, mucha comisión de investigación, mucho barullo, peticiones de dimisión y al final nada de nada. Sí, ha habido algunos ceses, pero me pregunto si los cesados son los verdaderos culpables. En este país, más que una norma general, es ya una costumbre echar balones fuera y eximirse de cualquier responsabilidad en caso de muertes inesperadas por negligencia; negligencia, política, naturalmente.
Yo no voy a meterme en asuntos políticos, no es el caso de esta trasnochada. A mí me da por preguntarme qué hacían en aquella fiesta, a esas horas de la noche, menores de edad con bebidas alcohólicas y quiénes les dejaron entrar. Me gustaría saber quién organizó un botellón en las inmediaciones del Madrid Arena y quién lo consintió. Pienso también qué pintaba allí la Policía Municipal sin hacer nada viendo lo que todos hemos visto en las imágenes que nos ha servido la televisión…  Lo que me queda claro a estas alturas, visto lo visto, es que nadie es culpable de nada y que las cuatro jóvenes que murieron por aplastamiento tuvieron mala suerte y nada más. Eso es lo que han intentado hacernos ver. A consecuencia de este suceso se suspenderán todas las macrofiestas y dentro de unos meses, cuando todo haya pasado y hasta olvidado, se volverán a realizar sin mayor problema y sin ningún escrúpulo, porque ya nadie hablará de estas cuatro muertes. ¿No es así?
También me gustaría saber por qué se protege y preserva tanto al menor para luego dejarlo a su suerte, es decir, dejarlo actuar a sus anchas y encima sin responsabilidad. ¿Y los padres? Esos padres que tanto exigen a los profesores… Esos padres que tanto defienden a sus hijos incluso cuando no tienen la razón… Qué pasa, ¿se trata quizá de dar toda libertad del mundo a los menores a cambio de no exigirles ninguna responsabilidad?
En esta trasnochada también pienso en los antiguos recaudadores de impuestos cuando se presentaban en las plazas públicas para realizar los cobros, tal y como lo muestran en las películas. También recuerdo las diferentes formas de cobrarlos. Tampoco han cambiado mucho las cosas a este respecto. Ahora el que debe al banco, porque no puede pagar la hipoteca de su casa, también sufre la ira de banqueros e instituciones. Al final, se han tenido que plantar los jueces porque no pueden soportar moralmente la ejecución de un desahucio y ver en vivo y en directo el suicidio del desahuciado. Estamos viviendo y viendo escenas espeluznantes. ¿Seremos capaces reaccionar?
 

3 comentarios:

  1. En muchas cosas no hemos cambiado respecto a los pueblos bárbaros. Como siempre de plena actualidad y con el sentimiento a flor de piel.Un saludo. A.E.X.

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  2. En verdad que estamos viendo un retroceso hacia formas de vida antiguas, a este paso pronto veremos a los vasallos de Belloch, o el que gobierne, a lomos de un caballo (por que no habrá dinero para coches oficiales) por las poblaciones obligando a la gente a pagar sus impuestos a amenazándonos con la horca.

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  3. A mí los de la local me dan mucho miedo, sobre todo cuando sacunden multas a diestro y siniestro. Luego a la hora de la verdad cuando hay un problema no son resolutivos. Y esos chifletazos que dan para hacer más caótico el tráfico. ¡Qué horror! Cuando mejor están ellos y más tranquilos estamos el resto, es cuando se van a almorzar.

    El Enmascarado de la Margen Izquierda

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