jueves, 29 de noviembre de 2012


MIÉRCOLES DE CINE
Por María Jesús Mayoral Roche


 
Género: Drama .
Director: Paolo Taviani, Vittorio Taviani
Intérpretes: Antonio Frasca, Cosimo Rega, Giovanni Arcuri, Juan Dario Bonetti, Salvatore Striano y Vittorio Parrella.
Nacionalidad: Italia.
Duración: 76 min.
Fecha de estreno: 23 / 11 / 2012.
Productora: Rai Cinema, Kaos Cinematografica, Le Talee, La Ribalta.
Guionista: Paolo Taviani, Vittorio Taviani, Fabio Cavalli.
Fotografía. Simone Zampagni.
Distribuidora: Golem.
Música: Giuliano Taviani, Carmelo Travia.
No puedo ser imparcial: cualquier obra de Shakespeare en cualquier versión es digna de ser vista. Esta vez el Julio César del famoso dramaturgo está puesta en escena por un grupo de presos que sufren condena en una prisión italiana de máxima seguridad. ¿Los delitos? Tráfico de drogas, homicidios, acumulación de delitos y por supuesto, crimen organizado. Si tengo que valorar esta película, tendría que ponerle una puntuación alta; pero reconozco que no es una película para el gran público, sino para una minoría. Para esa minoría que venera a Shakespeare, para esa minoría que ama el teatro y no exige decorados, para esa minoría que aprecia el trabajo del actor que se deja la piel en el escenario. Por todo esto, merece ser vista esta película. A mí me ha recordado los antiguos y famosos Estudio 1. A este Julio César -versión hecha por los Taviani- no le falta nada, no se han dejado nada: ni siquiera el famoso anacronismo del reloj dando las horas.

No, no puedo ser imparcial porque me he sentido identificada en la historia. Yo también mantuve un pequeño teatro en un centro penitenciario y debo reconocer que la película muestra el tema tal y como es en la realidad. Digo esto porque cuando se toca el tema penitenciario los tintes carcelarios se extralimitan; bien por exceso o por defecto. Los presos, ahora llamados internos, se muestran receptivos a este tipo de actividades. El monitor tiene un papel importante, pero en la sombra. Hay que dejarles hacer, no interferir en sus asuntos, sugerirles, aconsejarles, comprenderles. Esto último también es muy importante, para ellos todos los días no son iguales. El encierro hace todos los días iguales; pero ellos han perdido el contacto con el exterior y la vida continua fuera, y esto es sufrimiento. El abogado que llega con malas noticias sobre su proceso es sufrimiento; las visitas de la familia, los locutorios, los vis a vis son causa de alegría y de dolor. Por eso el papel del monitor es el de saber estar expectante y ellos agradecen ese respeto, ese no interferir y ayudar. Esa ayuda es fácil, muy fácil. Basta con estar ellos, llevarles algún entretemiento útil y hacerles ver las cosas desde otro punto de vista. Y en esas circunstancias el preso, después de haber perdido todo, principalmente su credibilidad, se siente persona. Los más sensibles se acercarán al mundo de la cultura y serán conscientes de que el mundo no se compone sólo de bajos fondos; sino que hay algo que desconocían y que les aporta luz en el camino. Para unos será arte, para otros literatura, para otros un simple entretenimiento.
Anadir por último, que el señor que se sentó delante de mí cuando terminó la película dijo: En mi vida he visto otro tochazo igual. Yo sólo puedo decir que es una nueva versión del Julio César de Shakespeare y que me ha tocado la moral: combinar Shakespeare con el tema penitenciario es un proyecto difícil y que salga perfecto es una heroicidad.
                                                                                                                          

3 comentarios:

  1. Creo que hay que tener un nivel cultural bastante alto para apreciar en lo que vale una obra de estas características. Yo creo que hubiera sido de las personas que se hubieran aburrido precisamente porque carezco de esa cultura. No he leído ninguna obra completa de Shakespeare. No es un problema de desinterés sino de capacidad. admiro a las personas que sabéis apreciar estas obras.

    En cuanto a películas penitenciarias, me quedé en la peli "Cadena perpetua". ¿La has visto? ¿Qué opinas?

    Muchas gracias,

    Vladimira

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  2. Para poder apreciar ciertas obras de la Literatura Universal es necesario, al menos en mi caso ha sido así, tener buenos profesores. Yo tuve que hacer un estudio en 2º BUP para la clase de latín sobre el Julio César de Shakespeare. Cada una vio y entendió una cosa; pero las directrices las puso la profesora, que debo decir que era excepcional. Digamos que ella nos abrió los ojos a interpretar esta tragedia. Añadir que hay quien, después de haber ahondado en este tema, se queda como está y deja caer en el olvido lo que aprende.

    No, no he visto "Cadena Perpetua". Hay ciertas películas que se me han pasado, quizá porque en su día no fueron de mi interés.

    Saludos.

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  3. Tienes toda la razón. Los profesores son personas muy importantes en la vida y a veces determinantes. Sucede lo mismo con la música. A Shakespere lo veo como a Mozart y a Bach juntos.Sólo que a ellos los puedo escuchar sin esfuerzo y a Shakespeare me cuesta muchísimo.

    Acabo de ver que has publicado la segunda parte de Literatura en la cárcel. En cuanto pueda lo leo.

    gracias,

    Vlad

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