martes, 8 de enero de 2013


cafelito, moscosos y canosos
Quedan dos años, once meses y quince días -más o menos- para que termine la Era Mariana y  desaparezca el P.P.

El mejor alcalde de Madrid

Quiero agradecer a la señora Baronesa de Canillamenuda sus consejos. Lo cierto es que los he seguido al pie de la letra y me ha ido estupendamente. No, este año no voy a sufrir la cuesta de enero, además estoy ahorrando y disfruto volviéndome una rancia, una rácana. Ahora en lugar de hacerme regalos, me voy a regalar imposiciones a plazo fijo. Con el tema de la paga extra he ahorrado, no he consumido y por lo tanto no he dado a ganar a nadie. Política económica Mariana. Si todos hacen lo mismo que yo, ya pueden cerrar los cines, las librerías, las disquerías y demás negocios para ocio, recreo y lujo. Sólo gasto lo estrictamente necesario: comida, ropa y calzado.
El pasado 29 de diciembre publicaron, El elfo y Cía (Montoro, Beteta y otros chicos del montón), las nuevas innovaciones en cuestión de horario, vacaciones y demás permisos para los funcionarios. Para empezar no saben ni escribir en el BOE, sacaron un revuelto en un único titular y ahí metieron todo; esto da la imagen perfecta de lo que no saben ni entienden los que están arriba, que por no saber no saben ni publicar en el BOE. Luego tiene gracia que modifican el horario semanal y lo dejan como estaba. Yo no sé en qué mundo viven algunos de esos que mandan tanto y desconocen el gobierno de su casa. Bueno, lo mejor es que tuvieron el buen gusto de publicarlo en sábado, al día siguiente de los Santos Inocentes: todo un detalle. Y todo esto me hace suponer que los que han redactado estas medidas, tengo mis dudas, puedan ser funcionarios de carrera. Porque yo lo soy y no se me ocurre hacerlo tan mal como lo han hecho ellos.
Tenemos una Administración contaminada, políticamente, se entiende. Tener tanto político colocado a dedo, es decir, que no sólo no han pasado las pruebas para ingresar en la Administración; sino que además desconocen el organigrama de la  Admón. Pública: así vamos todo y todos.
Pero que vengan los unos o los otros, los funcionarios seguiremos siendo lo que somos, lo que hemos sido siempre; aunque algunos se empeñen en llamarnos privilegiados. Los funcionarios somos siervos de la Administración, sin más. No entendemos esta campaña gubernamental contra el funcionario echándonos encima el cafelito, el periódico, los moscosos, canosos y demás. Para exigir a los demás hay que tener autoridad moral, principios y formación. Esto de que nos saque el látigo uno que es lo mismo que tú, sólo que nombrado digitalmente, pues la verdad… En lugar de encabronar al personal, yo creo que deberían meter mano dónde hace falta y no en cargar contra la gente de su casa, su personal. Montoro y Beteta pasarán a formar parte de esa historia intransigente y mal administrada para la cual trabajaban. De niña, cuando estudiaba historia, recuerdo que al llegar a algunos episodios nacionales repletos de políticos incompetentes, corruptos y  hasta crueles; recuerdo que me decía: ¡Qué tristeza pasar a la historia por ser un necio incompetente y que te lo reconozcan por los siglos de los siglos! Ahora reconozco que la historia ni cambia ni cambiará.
De todas formas, tenemos una historia plagada de inútiles, bien pocos personajes se libran de haber estado a la altura de las circunstancias que les tocó vivir y en consecuencia de saber gobernar o administrar. Precisamente, algunos de ellos han sido escogidos por la progresía de este país para sacar los hechos históricos de contexto e invalidar al personaje. En fin… Estamos viviendo unos momentos políticos repletos de corrupción y  abusos, por eso no comprendo que los cargos competentes que tienen dónde echar mano y el guante, en lugar de hacerlo contra los culpables carguen contra los inocentes. Yo estoy escribiendo este capítulo histórico que me toca vivir para que sea contado, tal cual, a mis descendientes.
A ver si en el próximo capítulo la Baronesa de Canillamenuda me aconseja para sacar rendimiento a mi terraza.

2 comentarios:

  1. Es una incongruencia pretender que se mueva la economía de un país, con una política de austeridad, así que de esta nos va a costar salir.
    Desgraciadamente inútiles en cargos políticos y en otros sectores hay muchos, si no la cosa no estaría como está, digo yo...

    ResponderEliminar
  2. Inútiles y llevándoselas crudas sin que nadie les hinque el diente.

    Maravillas

    ResponderEliminar