lunes, 16 de marzo de 2015


En la trasnochada
Por  María Jesús Mayoral Roche

 
Mi escudo, nuestro escudo



En Villamayor de Gállego, 16 de marzo de 2015

Quizá sean los símbolos de un escudo la sacralización de la memoria de un pueblo, de un pueblo que pertenece a esa historia silenciosa, en cuanto a que cada habitante la escribe con su labor y sentimiento, con sus costumbres.
Villamayor de Gállego ya tiene su escudo y confieso que me siento identificada con él, con sus símbolos. Como no podía ser de otra manera La Sabina –en oro- preside el centro, representa la tierra, nuestro monte, nuestras raíces: profundas y viejas como las de nuestro árbol más emblemático. La estrella –en plata- símbolo de nuestro mudéjar, es esa parte del cielo que nos corresponde a los Salseros y puesta así, coronando la milenaria Sabina, es una luz, una señal que nos guía en el camino: nuestro futuro. Pero esa estrella representa también nuestro majestuoso Campanal, tan firme como lo ha sido nuestra fuerza y entereza a la hora de soportar los reveses y embates de la vida, de la historia. Estos símbolos atávicos y primigenios se asientan sobre las aguas, unas ondas en plata que representan nuestra memoria colectiva, nuestro apellido: de Gállego. El agua… el líquido que da la vida; la portadora de los secretos de la Naturaleza.
Villamayor de Gállego tiene un nuevo y flamante escudo, pero a mí me parece haberlo tenido siempre. Quizá sea porque sus símbolos los he llevado dentro y allá donde iba los llevaba conmigo. El Campanal en los malos tragos, lejos de mi pueblo, ha sido el consuelo donde agarrarme. La Sabina ha irrumpido siempre en mi pensamiento como un soplo de aire fresco cuando la vida aprieta. ¿Y el agua? El agua es la memoria, el arraigo a una tierra, el sentimiento al lugar donde nací que me acompaña.
Viéndolo tan sencillo, me parece grande nuestro escudo: la estrella, La Sabina, las aguas. Son tan grandes y tan fuertes sus símbolos como los elementos sobre los que se asientan: aire, tierra y agua. Y como telón de fondo está el color: azul, azur en heráldica. Es el azul del cielo cuando quiere anochecer, el azulete que nos señala como Salseros. Y como no podía ser de otro modo, ese color azul representa lo más grande para todos nosotros: el azul del manto de Nuestra Virgen del Pueyo, ese manto que nos envuelve, que nos cobija, que nos ampara.
Así veo el escudo que nos representa y por todo lo que simboliza, siento que hice bien en elegir a Villamayor de Gállego para nacer y vivir.

6 comentarios:

  1. Muy Bonito. A mi también me gusta el escudo

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  2. Y a mi. Lo que no entiendo es que pinta un florero encima

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    1. ¡Qué poca sensibilidad! Es la marca del Realengo.

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  3. Lo tuyo es la semiología. Jejeje. Un abrazo.

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  4. Bonito ha quedado el escudo de Villamayor de Gállego.También me siento identificada por ser salsera y a mucha honra y por muchos años...A.F.E.

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  5. Yo también me siento muy identificada con este escudo. Muy bien Mª Jesus

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