lunes, 18 de abril de 2016



CRONICA CAUTIVA
Por Azulenca


Mario Conde, pobre hombre…  Es digno de admiración que un señor con tanta clase, tan distinguido y con tanto amor por el lujo y la opulencia, prefiera hacer estancias en cárceles antes que en hoteles, la demostración es que es reincidente. No me explico un hombre con tanto arrojo, tan creído en sus propias fuerzas, tan seguro de sí mismo y ¡tan ingenuo! Gracias a que Dios le ha dado mucha inteligencia que por lo demás es tonto perdido, digo esto sin ánimo de ofender. Nunca me gustó este hombre, da miedo verlo, al menos a mí. Desde luego yo le creo, no nos mintió: él no se quedó con el dinero de Banesto. Pero para entender esta verdad a medias de Mario, debemos entrar en su dinámica de pensamiento: él no se llevó el dinero, se lo dejó a otro para que se lo llevara de viaje, lo transformó y dejó de ser dinero Banesto. Esta es la magia clásica del Rey Midas y le ha pasado como a él. Pobre Mario… él que se creía invulnerable e influyente, amigo del rey -ahora rey de cacerolas-. Pues no. Sale de la cárcel y suma sigue, ingenuo y terco... ¡Cuántas caras tiene Mario! Mario con birrete, Mario patrón de barco, Mario bailando sevillanas, Mario y el TAO, Mario preso, Mario escritor, Mario tertuliano en TV, Mario dando un mitin… Es increíble lo de este hombre. Yo creo que deberían haber elegido la figura de Mario Conde como novio de la Barbie, de tan completo como es.
Y si lo de Mario Conde es fuerte, qué decir del Ministro Soria, increíble. Todo un Ministro de Industria, un Técnico de la Admón. sin memoria: esto es lo nunca visto. Uno disuelve una Sociedad, firma papeles y no sabe… no se acuerda. Estamos en un país de desmemoriados, esto debe ser falta de calcio cerebral porque de lo contario no me explico. La Infanta no se acuerda, el Ministro no se acuerda, en fin… Conclusión: la memoria es cosa de pobres. Le preguntó un periodista a qué se iba a dedicar y él exministro contestó que se iba a dar un tiempo de reflexión, que no había pensado nada todavía. Y lo decía contrito, haciendo ver que tenía que recapacitar para encauzar su vida. Y yo, que no me creo nada, pensé, ¿reflexión? Este se va a quedar esperando a ver qué le cae, vamos, qué puesto le cae o le dan. Este ministro también es un ingenuo, yo en su caso no esperaría nada dadas las formas de quitarlo de en medio y encima las explicaciones que nos ha dado para acabar diciendo que no se acuerda.
Estamos en el desgobierno y están aflorando más escándalos en cuatro meses de Gobierno en Funciones que en toda una legislatura, casi mejor seguir con este desgobierno. ¿Y los papeles de Panamá…? Eso va para serial, para culebrón. Se acaba el tiempo y todo apunta a nuevas Elecciones Generales. Si no ha conseguido el plátano de Canarias imponerse con el resto, vamos encaminados a la banana, a una república bananera de primera: en esa aún viviremos mejor.
Y mientras el desgobierno campa, la mundanidad llena de glamur las páginas de la cultura española: Mario Vargas Llosa e Isabel posan y exhiben su amor en los medios. Esto va ya para nota. Lo cierto es que no hay por dónde coger los periódicos; antes, en medio de tanta zozobra política, cuando llegabas a las páginas culturales sentías al menos algún alivio. Ahora veo a la Preysler al lado de Mario y pienso que este otro Mario, también es un pobre hombre. Mario que presume de intelectual y  tanto habla de la muerte de la cultura, va y se junta con Isabel Preyler; una mujer que no tiene ningún mérito en su vida, salvo la de coleccionar maridos y apuntalarse el rostro a base de bisturí.
Yo confío en que en el último momento habrá un entendimiento y saldrá un gobierno, el que sea,  y nos libraremos de nuevas elecciones. No soy una ingenua, me explicaré. Aquí la maquinaria que están empleando todos es la del desgaste, pero ante todo se quieren cargar a Mariano Rajoy y todas estas movidas de última hora lo están tambaleando; pero Mariano es un tentetieso y no se da por aludido: sólo se balancea. El P.P necesita un nuevo candidato/a y están haciendo lo posible y lo imposible para quitarlo de en medio; pero Mariano permanece.
Volviendo al principio, a Mario Conde. Todos estos Don Cacos salen de la cárcel hechos un brazo de mar, de una pieza. La cárcel les sienta bien, ahí está Bárcenas. El extesorero del P.P salió de la trena lo mismo que hubiera salido de un Spa, acto seguido se fue a esquiar. Mario salió de la cárcel y volvió a lo suyo, a mostrar sus diferentes caras y al dinero. Mario aprovechará, ahora su estancia en la prisión para escribir otro libro mostrándonos su lado más espiritual,  lo mismo lo titula “Desde mi celda” y de paso nos hará creer a todos que está en la celda de un monasterio y no nos mentirá, porque él hablará de una celda… sin especificar. Pero el puntazo sería que a su salida de la cárcel nos comunicara su ingreso en un convento, porque creo que es el único traje que le queda por ponerse: el hábito.

1 comentario:

  1. La clase política hiede y los españoles hemos perdido el olfato.

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